Imaginen una historia que te toma de las solapas y te agita el alma, transportándote en un instante a lugares lejanos, explorando los rincones secretos y los sabores intrincados de la tierra de la cerveza. No hace mucho, en la región flamenca de Bélgica, nos embarcamos en un viaje que despertó nuestros sentidos y nos llevó a un reino donde la cerveza es el idioma universal y la camaradería, la divisa de intercambio.